El silbido en la madrugada
Era una noche oscura y tormentosa, el viento soplaba con fuerza entre los árboles del bosque cercano a la pequeña cabaña de Laura. Había decidido pasar unos días de descanso en medio de la naturaleza, lejos del bullicio de la ciudad. Sin embargo, lo que empezó como una escapada para encontrar paz y tranquilidad, se convirtió en una experiencia aterradora que cambiaría su vida para siempre.
# La llegada a la cabaña
Laura llegó a la cabaña justo antes de que comenzara a llover. El lugar era pintoresco, rodeado de árboles frondosos que se mecían al compás del viento. Al entrar, sintió una extraña sensación de estar siendo observada, pero decidió ignorarla y encender la chimenea para calentarse. Mientras preparaba una taza de té, escuchó un suave silbido que parecía venir de afuera. Al principio pensó que era solo el viento, pero pronto se dio cuenta de que aquel silbido tenía algo inquietante, algo que no podía ignorar.
# El misterioso silbido
Durante las siguientes noches, el silbido se hizo más frecuente. Siempre en la misma hora, en medio de la madrugada, cuando la oscuridad reinaba en el bosque. Laura intentaba taparse los oídos con la almohada para no escucharlo, pero el sonido se colaba en sus sueños, llenándola de terror. Una noche, decidida a descubrir de dónde provenía aquel silbido, salió de la cabaña y se adentró en el bosque, armada solo con una linterna y su valentía.
Caminó entre los árboles, sintiendo cómo el viento susurraba entre las hojas y el silbido se hacía cada vez más fuerte. De repente, vio una figura oscura entre la maleza, una sombra que se movía con rapidez. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba lentamente, iluminando el camino con la linterna. Fue entonces cuando vio los ojos brillantes de un ser desconocido, cuya boca emitía el escalofriante silbido que la había atormentado durante tantas noches.
# El encuentro en la oscuridad
La criatura se detuvo frente a Laura, observándola con curiosidad. Tenía la piel pálida y los ojos sin pupilas, como dos pozos oscuros que absorbían la luz de la linterna. El silbido cesó de repente, dejando un silencio perturbador en el bosque. Laura pudo ver que la criatura llevaba consigo una flauta de hueso, cuyas notas creaban una melodía hipnótica y aterradora.
Sin decir una palabra, la criatura extendió la flauta hacia Laura, invitándola a tomarla. Con manos temblorosas, Laura aceptó el instrumento y comenzó a tocar una melodía desconocida, que parecía emanar del mismísimo inframundo. El bosque se llenó de sombras danzantes, criaturas retorcidas que se movían al compás de la música, creando una atmósfera de pesadilla.
# La revelación final
Finalmente, la criatura se detuvo y miró a Laura con una expresión inexpresiva. Con voz suave y melódica, le habló en un idioma antiguo que resonaba en lo más profundo de su ser. Le contó la historia de un pacto milenario entre los habitantes del bosque y los seres humanos, un pacto roto por la codicia y el olvido. Reveló que el silbido en la madrugada era una advertencia, un recordatorio de que la naturaleza nunca olvida y que el equilibrio debe ser restaurado.
Tras escuchar las palabras de la criatura, Laura sintió una mezcla de miedo y fascinación. Sabía que aquella experiencia cambiaría su vida para siempre y que debía tomar una decisión crucial. Con el corazón lleno de incertidumbre, devolvió la flauta a la criatura y se alejó lentamente, sabiendo que el bosque guardaba secretos que el mundo nunca podría comprender.
El silbido en la madrugada se desvaneció en el aire, dejando a Laura con más preguntas que respuestas. Mientras regresaba a la cabaña, se preguntaba si lo que acababa de vivir había sido real o simplemente una pesadilla provocada por la soledad y el misterio del bosque. Lo único que sabía con certeza era que el silbido la perseguiría en sus sueños, recordándole que algunos secretos deben permanecer ocultos en las sombras de la noche.