El Espejo Que No Refleja

# Introducción: El espejo que no refleja

El viejo espejo se alzaba imponente en la habitación, su marco de madera carcomida por el paso del tiempo. En la mansión abandonada donde yacía, los rumores de su poder sobrenatural habían dado lugar a numerosas leyendas urbanas. Se decía que aquellos valientes que se atrevían a mirarse en su cristal jamás volvían a ser los mismos. Y así, la curiosidad y el miedo se entrelazaban en un baile peligroso.

# Nudo: La revelación macabra

Una joven llamada Sofía había escuchado las historias sobre el espejo y su reflejo maldito. Intrigada por lo desconocido, decidió visitar la mansión una noche oscura y tormentosa. Con paso tembloroso, atravesó el umbral de la puerta principal y se adentró en la penumbra de la morada abandonada.

Las paredes crujían como susurros fantasmales mientras Sofía avanzaba hacia la habitación donde reposaba el temido espejo. Al llegar frente a él, su corazón latía con fuerza, mezcla de terror y emoción. Lentamente, se acercó y se encontró con su propio reflejo distorsionado en el cristal antiguo.

***

En ese momento, una sensación gélida recorrió la espina dorsal de Sofía. Su imagen en el espejo parecía desdibujarse, fundiéndose con sombras que no deberían estar allí. Un murmullo siniestro resonó en la habitación, haciéndole estremecer de pies a cabeza. Intentó apartar la mirada, pero algo extraño sucedía: su reflejo no parpadeaba, no la imitaba. Era como si el espejo tuviera vida propia, como si fuera un portal a un oscuro mundo más allá de la realidad conocida.

# Desenlace: La verdad oculta

Aterrorizada, Sofía intentó retroceder, pero sus pies parecían enraizados en el suelo. La habitación se llenó de una niebla densa y opresiva, envolviéndola en un abrazo helado. De repente, el espejo estalló en mil pedazos, liberando una fuerza maligna que amenazaba con consumirla.

En un instante de valentía desesperada, Sofía cerró los ojos y gritó con todas sus fuerzas, invocando a cualquier entidad benévola que pudiera escucharla. Cuando finalmente abrió los ojos, se encontraba de vuelta en su habitación, con el sol filtrándose por la ventana.

Sin embargo, algo había cambiado en ella. En lo más profundo de su ser, sabía que el espejo le había mostrado una verdad oculta, una realidad perturbadora que ahora la acompañaría siempre. Desde aquel día, Sofía viviría atormentada por la certeza de que ciertas puertas no deberían abrirse, que ciertos misterios no deberían ser revelados.

Así, el espejo que no refleja seguiría acechando en las sombras, aguardando a aquellos insensatos que osaran desafiar su poder maldito. Y Sofía, marcada por la experiencia vivida, se convertiría en testigo silencioso de un secreto que nunca debería haber sido descubierto.

Con un suspiro, cayó la noche sobre la mansión abandonada, envolviendo en su manto de oscuridad la historia de terror que yacía entre sus ruinas. Y el espejo que no refleja seguía esperando, vigilante, en su eterno silencio.

¡Espero que este relato te haya cautivado y sumergido en el misterio del espejo maldito!

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