# Introducción: El susurro en la oscuridad
La noche se cernía sobre el pequeño pueblo de Villa Oscura con una densa capa de misterio. Los habitantes, acostumbrados al silencio de la penumbra, sabían que en aquellas horas las sombras cobraban vida y los secretos ocultos en los rincones más oscuros emergían para acechar. Entre todas las leyendas que circulaban por las calles empedradas, una se destacaba por encima de las demás: la del hombre que viene en la noche.
# Nudo: La presencia invisible
Era una noche como cualquier otra cuando Andrea, una joven residente de Villa Oscura, se despertó de golpe sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo. El reloj marcaba las tres de la madrugada y la habitación estaba sumida en un silencio sepulcral. Sin embargo, algo en el aire parecía distinto, como si una presencia invisible la observara desde las sombras.
Intrigada y con el corazón latiendo desbocado, Andrea decidió levantarse de la cama y recorrer los pasillos de su casa en busca de algún indicio de lo que había perturbado su sueño. Con paso tembloroso, se adentró en la sala de estar y ahí, en medio de la penumbra, vio una figura espectral que parecía fundirse con la oscuridad. Un hombre alto y delgado, con ojos vacíos que la miraban fijamente.
# Desenlace: La verdad oculta
Sin poder articular palabra, Andrea observaba hipnotizada la presencia del hombre que viene en la noche. Su mente se llenaba de preguntas sin respuesta, de temores ancestrales que la ataban a aquel momento de eterna oscuridad. ¿Quién era aquel ser que se manifestaba en las sombras? ¿Qué deseaba de ella?
De repente, el hombre dio un paso hacia adelante y extendió una mano huesuda en su dirección. Instintivamente, Andrea cerró los ojos esperando lo peor, pero en lugar de sentir un contacto frío y terrorífico, percibió un suave susurro en su oído. Una voz antigua y susurrante que le hablaba en un idioma desconocido pero familiar al mismo tiempo.
Con el corazón palpitando con fuerza, Andrea abrió los ojos y vio que el hombre se desvanecía lentamente en la oscuridad, dejando tras de sí una estela de polvo de estrellas. En su mente resonaban las palabras del susurro, un mensaje enigmático que la llenaba de inquietud y curiosidad. ¿Acaso aquel ser fantasmagórico solo buscaba transmitirle un mensaje del más allá?
Mientras el amanecer teñía el cielo de tonos dorados, Andrea permanecía en la sala de estar, con el corazón lleno de preguntas y el alma impregnada de un misterio que nunca lograría desentrañar por completo. Y así, la leyenda del hombre que viene en la noche continuó vagando por las calles de Villa Oscura, envolviendo a sus habitantes en un halo de intriga y temor.
El misterio seguía vivo, latiendo en la oscuridad, esperando a que algún valiente se atreviera a desvelar la verdad oculta que se escondía tras la figura espectral del hombre que viene en la noche.