El Reflejo En La Tormenta

Introducción: El Lamento de la Tormenta

La noche caía sobre el pequeño pueblo de Valverde, envolviéndolo en una oscuridad inquietante. Una tormenta se avecinaba, y los truenos retumbaban en el horizonte como si anunciaran algo siniestro. En una casa antigua al borde del bosque, una joven llamada Marta observaba el cielo desde la ventana de su habitación, con una sensación de inquietud que le erizaba la piel. Algo en el aire le advertía de peligro, algo que no podía explicar.

Nudo: El Misterio del Reflejo

Esa misma noche, mientras la lluvia golpeaba con furia los cristales de la vieja casa, Marta decidió aventurarse en el bosque en busca de respuestas. Con una linterna en mano, se adentró en la espesura, dejando atrás el confort de su hogar. La oscuridad era abrumadora, solo interrumpida por los destellos de luz provocados por los relámpagos.

Caminó entre los árboles retorcidos, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. De repente, detuvo sus pasos al divisar un claro en medio del bosque, donde una figura borrosa se recortaba contra el resplandor de la luna llena. Marta se acercó lentamente, con la sensación de que algo la observaba desde las sombras.

Fue entonces cuando vio el reflejo en el charco de agua: una imagen distorsionada de sí misma, con ojos vacíos que parecían devorar su alma. Un escalofrío recorrió su espalda, y supo en ese momento que no estaba sola en aquel lugar maldito. La figura se movió, acercándose lentamente hacia ella, emitiendo un susurro helado que heló su sangre.

Desenlace: La Verdad Oculta

Marta retrocedió horrorizada, sin apartar la vista de aquel ser que se materializaba ante sus ojos. De repente, la criatura desapareció en la oscuridad, dejando a la joven temblando de miedo. Corrió de regreso a su casa, con la certeza de que había desencadenado algo que no podía comprender.

Con el amanecer, la tormenta se disipó, pero el misterio del reflejo en la tormenta quedó grabado en la mente de Marta para siempre. Nunca más volvió a adentrarse en el bosque, pero cada vez que miraba al charco de agua en un día lluvioso, podía percibir la presencia de aquella criatura acechante.

El pueblo de Valverde nunca supo qué había ocurrido aquella noche, pero los lugareños aseguraban que la casa antigua al borde del bosque estaba maldita, y que aquel que osara desafiar sus secretos terminaría pagando un precio demasiado alto. La historia de Marta se convirtió en una leyenda más, perdida en las sombrías callejuelas del tiempo.

Conclusión: El Eco de la Tormenta

El reflejo en la tormenta seguía siendo un enigma sin resolver, un misterio que flotaba en el aire como una sombra etérea. Marta aprendió a vivir con el peso de aquel encuentro sobrenatural, sabiendo que hay fuerzas más allá de nuestra comprensión que acechan en las fronteras de la realidad.

Y así, cada vez que la tormenta amenazaba con regresar a Valverde, Marta cerraba las ventanas y encendía una vela en memoria de aquel ser que la observaba desde el otro lado del espejo de agua. Porque a veces, en las noches de luna llena, todavía podía escuchar su lamento en el viento, recordándole que el mundo oculta secretos más oscuros de lo que podemos imaginar.

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