El Sótano Que No Debes Abrir

Por supuesto, aquí tienes tu relato de terror creepypasta titulado «El sótano que no debes abrir»:

Había una casa en las afueras del pueblo que siempre había sido motivo de especulación y temor. Se decía que en su sótano se escondían secretos oscuros y que aquellos valientes o insensatos que se aventuraban a abrir la puerta del sótano jamás regresaban. A lo largo de los años, esa advertencia se convirtió en un cuento de terror que los lugareños susurraban entre ellos, tratando de mantener viva la intriga y el misterio que rodeaba a la misteriosa casa.

Una noche, un grupo de amigos decidió desafiar el mito y explorar la casa abandonada. Entre risas nerviosas y linternas temblorosas, se adentraron en la oscuridad de la morada. Al llegar al sótano, encontraron la puerta entreabierta, como si alguien hubiera estado a punto de entrar pero se hubiera detenido a último momento. La curiosidad los consumía y, sin pensarlo dos veces, uno de ellos empujó la puerta y se adentraron en las sombras que se cernían más abajo.

Al bajar las escaleras carcomidas por el tiempo, el aire se volvió denso y frío, como si cada paso los acercara a un lugar prohibido. Al final del descenso, una habitación sin ventanas ni luz esperaba, silenciosa y expectante. En el centro, una figura encapuchada yace inmóvil, como petrificada en el tiempo. A su lado, un libro antiguo con páginas amarillentas llamaba su atención.

Los amigos, atemorizados pero cautivados por la escena, se acercaron al libro y leyeron las palabras grabadas en la primera página: «El precio de la verdad es más alto de lo que puedes imaginar». Sin darse cuenta, comenzaron a sentir una presencia oscura que los envolvía, como si el lugar mismo cobrara vida. Una fuerza irresistible los obligó a leer en voz alta las palabras escritas en las páginas amarillentas del libro.

De repente, la habitación comenzó a temblar y los amigos sintieron cómo el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Gritaron en vano mientras eran arrastrados hacia una oscuridad abisal, donde la realidad se desdibujaba y los límites entre lo mundano y lo sobrenatural se desvanecían.

Al despertar, se encontraron de nuevo en la entrada de la casa abandonada, con el amanecer iluminando el horizonte. No recordaban cómo habían llegado allí ni qué había sucedido en el sótano. Solo sabían una cosa: las sombras del pasado nunca dejan de acechar a aquellos que desafían lo desconocido.

El misterio del sótano que no debía abrirse seguía intacto, ocultando sus secretos entre las sombras de la noche, esperando a que nuevos intrépidos se atrevieran a desvelar su verdadera naturaleza.

Con esto concluye nuestro relato de terror «El sótano que no debes abrir», donde la curiosidad se convierte en una trampa mortal y la verdad se convierte en una carga demasiado pesada para soportar. Cuidado con lo que buscas en la oscuridad, pues a veces lo que encuentras puede cambiar tu destino para siempre.

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