El Susurro Tras La Puerta

Título del relato: El susurro tras la puerta

Introducción: La casa maldita

Había una vez una casa en lo más profundo del bosque, rodeada de un aura de misterio y oscuridad que ahuyentaba a cualquier alma valiente que se atreviera a acercarse. Las leyendas que circulaban sobre ella hablaban de su pasado oscuro, de su conexión con el más allá y de los susurros escalofriantes que se escuchaban tras sus puertas cerradas. Nadie se atrevía a entrar en la casa maldita, temerosos de lo que pudieran encontrar en su interior.

Nudo: El descubrimiento

Una noche de luna llena, un joven intrépido llamado Alejandro decidió desafiar las advertencias y adentrarse en la casa maldita. Armado únicamente con una linterna y un corazón lleno de valentía, Alejandro empujó la pesada puerta de madera y entró en la penumbra que reinaba en el interior. El aire estaba cargado de un silencio inquietante y el susurro lejano de voces indistinguibles resonaba en las paredes.

Avanzó con paso firme por los pasillos polvorientos, iluminando con su linterna cada rincón sombrío de la casa. El susurro detrás de la puerta parecía crecer en intensidad a medida que se acercaba a una habitación cerrada con llave. Con manos temblorosas, Alejandro giró la llave oxidada y abrió la puerta, revelando un cuarto en penumbras lleno de objetos antiguos y polvorientos.

Desenlace: El pacto oscuro

En el centro de la habitación, una figura encapuchada se alzaba en silencio, con los ojos brillantes en la oscuridad. Su voz, un susurro helado que calaba hasta los huesos, le habló a Alejandro con palabras que parecían arrastrarse desde el mismísimo abismo. Le ofreció un pacto oscuro, un intercambio de almas a cambio de poder y conocimiento más allá de toda comprensión humana.

Alejandro quedó paralizado por el terror y la fascinación que le producía aquella figura misteriosa. Sin poder resistirse, aceptó el pacto y sintió cómo su ser se fundía con el poder sobrenatural que le ofrecían. El susurro tras la puerta se convirtió en su guía en la oscuridad, en su compañero en la eternidad de la noche.

Y así, la casa maldita siguió guardando sus secretos, mientras el susurro tras la puerta se desvanecía en la bruma de la leyenda, esperando el próximo intrépido que osara desafiar sus límites.

Con estas palabras, se cierra este relato de terror y misterio, dejando al lector con la inquietante sensación de que el mal acecha en las sombras, listo para sorprendernos en el momento menos esperado. ¿Te atreverías a abrir la puerta al susurro desconocido que aguarda tras ella?

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