El Túnel De Los Perdidos

Introducción: La oscuridad acechante

Desde tiempos inmemoriales, la gente del pequeño pueblo de Rivertown había evitado el túnel que se adentraba en la montaña. Se decía que aquel pasadizo oscuro y retorcido era el hogar de las almas perdidas y de criaturas que solo habían sido vistas en las pesadillas más aterradoras. Sin embargo, un día, un grupo de jóvenes osados decidió desafiar el tabú y adentrarse en el túnel de los perdidos.

Nudo: El camino hacia lo desconocido

La noche en la que decidieron explorar el túnel, una densa niebla cubría el bosque que rodeaba Rivertown. Con linternas en mano y corazones llenos de intriga, los jóvenes se adentraron en la boca del túnel, cuyas sombras parecían susurrarles macabras advertencias. A medida que avanzaban por pasillos estrechos y húmedos, el aire se volvía más denso y el frío calaba los huesos.

Los ecos de sus pasos resonaban en la oscuridad, creando una sensación de inquietud que se apoderaba de sus mentes. Pronto, los jóvenes comenzaron a notar extrañas marcas en las paredes del túnel, símbolos antiguos que parecían contener un poder oscuro y ancestral. A medida que se adentraban más y más en la negrura, la sensación de ser observados los envolvía, haciéndoles dudar de si realmente estaban solos en aquel lugar olvidado por el tiempo.

De repente, uno de los jóvenes tropezó con algo en el suelo, haciendo que su linterna rodara varios metros más adelante. Al iluminar el lugar donde había caído, descubrieron horrorizados un esqueleto humano, sus huesos blanqueados por el paso de los años. El terror se apoderó del grupo, pero la curiosidad y el ansia de descubrir el misterio que se ocultaba en el túnel los impulsaba a continuar avanzando, aunque cada fibra de su ser les gritara que dieran media vuelta y huyeran de allí.

Desenlace: El pacto con la oscuridad

Finalmente, después de lo que parecieron horas de caminar en círculos por el laberinto subterráneo, los jóvenes llegaron a una caverna iluminada por una luz mortecina. En el centro de la sala yacía un antiguo libro encuadernado en piel de algún animal desconocido, con páginas amarillentas y letras en un idioma arcano. Sin pensarlo dos veces, uno de los jóvenes tomó el libro y comenzó a recitar las palabras escritas en él, sin comprender el peligro que estaba desencadenando.

De repente, la caverna se estremeció y las paredes comenzaron a temblar, liberando una oleada de energía oscura que envolvió a los jóvenes en su abrazo aterrador. Gritos de agonía resonaron en el túnel, mezclándose con risas siniestras que parecían surgir de las mismas entrañas de la tierra. Cuando la oscuridad se disipó, solo quedaba un silencio sepulcral y la certeza de que algo oscuro y antiguo se había desatado en el túnel de los perdidos.

Los habitantes de Rivertown nunca volvieron a ver a los jóvenes que osaron desafiar al túnel, y desde entonces, nadie se atrevió a intentarlo de nuevo. El túnel de los perdidos se convirtió en un lugar maldito, donde las sombras acechan a aquellos que se atreven a adentrarse en lo desconocido, recordándoles que el precio de la curiosidad puede ser más alto de lo que jamás habrían imaginado.

Así, el túnel de los perdidos se mantuvo como un recordatorio de que hay secretos oscuros que es mejor dejar en el olvido, antes de sucumbir al abrazo helado de la oscuridad eterna.

¡Espero que disfrutes de esta escalofriante historia en tu blog de Relatos de terror creepypasta!

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