El Túnel Hacia La Oscuridad

# El túnel hacia la oscuridad

Había algo en aquella noche que hacía que todos en el pequeño pueblo de Ridgewood sintieran un escalofrío recorrerles la espalda. Una densa niebla se había adueñado de las calles, envolviendo todo a su paso en un manto de misterio y peligro. Pero lo que realmente perturbaba a los habitantes era el túnel. Un antiguo pasadizo subterráneo, conocido por todos como «El túnel hacia la oscuridad».

# La sombra acechante

En lo más profundo de la medianoche, tres jóvenes amigos, Elena, Marcos y Sofía, decidieron desafiar al destino y adentrarse en el túnel. Con linternas en mano y corazones llenos de valentía fingida, iniciaron su descenso a lo desconocido. El eco de sus pasos resonaba en las húmedas paredes de piedra, mientras una extraña sombra parecía seguirles de cerca, acechándoles en cada recodo.

A medida que avanzaban, la temperatura descendía y la sensación de opresión se intensificaba. Los ojos de los jóvenes no podían acostumbrarse a la oscuridad total, pero un leve resplandor al final del pasillo les alentaba a continuar. Sin embargo, el silencio absoluto les indicaba que algo no estaba bien en aquel lugar olvidado por el tiempo.

# La revelación final

Finalmente, llegaron al final del túnel, donde una escalofriante sorpresa les aguardaba. En el centro de una caverna iluminada por velas, yacía un antiguo altar cubierto de inscripciones en un idioma desconocido. Un frío viento soplaba desde las profundidades, llevando consigo susurros ininteligibles que helaban la sangre.

Elena, la más valiente del grupo, se acercó al altar y descubrió un extraño libro encuadernado en piel humana. Al abrirlo, las palabras parecían cobrar vida propia, proyectando imágenes perturbadoras en la mente de los intrépidos exploradores. De repente, una figura encapuchada emergió de las sombras, con ojos brillantes y una sonrisa siniestra en el rostro.

Sin pensarlo dos veces, los jóvenes emprendieron una frenética carrera de regreso hacia la salida del túnel, perseguidos por la oscuridad que amenazaba con devorar sus almas. El aire se volvió denso, los pasos resonaban con eco y la presencia maligna parecía respirarles en la nuca.

Al fin, alcanzaron la salida del túnel, jadeantes y temblorosos, sin aliento para pronunciar palabra alguna. La niebla se disipó lentamente, revelando la luna llena en todo su esplendor. Sin embargo, sabían que algo había cambiado en sus vidas para siempre. La sombra acechante les había marcado con su sello de oscuridad, dejando una semilla de terror plantada en lo más profundo de sus corazones.

El túnel hacia la oscuridad seguía allí, esperando a nuevos incautos que osaran desafiar sus secretos ancestrales. Y aunque los habitantes de Ridgewood intentaran ignorar su presencia, sabían en lo más profundo de su ser que el mal acechaba en las sombras, listo para reclamar nuevas almas valientes que se atrevieran a cruzar su umbral.

Así concluye esta historia de terror, donde el misterio y la oscuridad se entrelazan en un baile macabro de intriga y peligro. ¿Te atreverías a descubrir lo que yace al final del túnel hacia la oscuridad? Solo aquellos con coraje y determinación podrán responder a esta escalofriante pregunta.

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