# Introducción: El primer paso hacia lo desconocido
En un pequeño pueblo rodeado de densos bosques y montañas escarpadas, se encontraba una antigua casona abandonada que despertaba el interés y la curiosidad de los lugareños. Se decía que en su interior habitaban sombras y susurros que helaban la sangre de aquellos valientes que osaban acercarse demasiado. Pero había una leyenda en particular que atemorizaba a todos: la historia de «El último paso».
# Nudo: Enfrentando la oscuridad
Una noche oscura y tormentosa, un grupo de jóvenes decidieron desafiar el miedo y adentrarse en la casona. Entre risas nerviosas y linternas temblorosas, cruzaron el umbral de la casa en ruinas. El ambiente estaba cargado de una energía extraña, como si cada paso resonara en las paredes con un eco siniestro. Mientras exploraban las habitaciones polvorientas, un escalofrío recorría sus cuerpos. Esa sensación de estar siendo observados, acechados por algo que no podían ver.
Las horas pasaban lentamente, hasta que llegaron a una puerta oculta en el sótano de la casona. Las tablas crujieron bajo sus pies al abrirla, revelando una escalera empinada que descendía a la oscuridad. Sin dudarlo, uno de los jóvenes decidió bajar, seguido por los demás. A medida que avanzaban, el aire se volvía más denso y opresivo, como si una presencia maligna les impidiera retroceder.
# Desenlace: El susurro en la sombra
Al llegar al final de la escalera, se encontraron en una sala circular iluminada por velas titilantes. En el centro, una figura encapuchada aguardaba en silencio. Sus ojos brillaban con una luz sobrenatural, hipnotizando a los jóvenes. Sin mediar palabra, la figura extendió una mano huesuda y les indicó que dieran el último paso.
Llenos de temor, los jóvenes intercambiaron miradas confundidas. ¿Qué significaba ese enigma? ¿Qué ocurriría si daban ese último paso? La figura parecía esperar pacientemente, como si supiera algo que ellos no. Con el corazón latiendo con fuerza, uno de los jóvenes se adelantó y dio el último paso, desapareciendo en un destello de luz.
El resto contempló con horror cómo su amigo se desvanecía ante sus ojos, sin dejar rastro. La figura encapuchada sonrió de manera macabra y les susurró: «El último paso es el comienzo de un nuevo camino». Y con esas palabras, se desvaneció en las sombras, dejando a los jóvenes con más preguntas que respuestas.
Cada uno de ellos regresó a casa esa noche con el corazón lleno de inquietud y el miedo arraigado en sus mentes. ¿Qué secreto guardaba la casona abandonada? ¿Qué significaba realmente «El último paso»? La incertidumbre los atormentaría durante días, semanas, meses, alimentando la sombra de la duda en sus almas.
Así, la leyenda de «El último paso» perduraría en el pueblo, sembrando el misterio y el terror en cada historia que se contara alrededor de una fogata o en susurros en la oscuridad de la noche. Porque, al final, lo desconocido siempre aguarda en la penumbra, esperando a aquellos valientes que se atrevan a dar el último paso hacia lo incierto.¿Qué habrá más allá? Nunca lo sabremos con certeza, pero la intriga y el horror seguirán persiguiéndonos en cada sombra, en cada susurro en la oscuridad.