Introducción: El susurro del viento
En un pequeño pueblo rodeado de bosques frondosos y campos interminables, se escuchaba un rumor que perturbaba las noches más oscuras. La leyenda contaba que cuando el viento soplaba con fuerza, llevaba consigo voces susurrantes de almas atormentadas. Los lugareños evitaban salir de sus hogares cuando la brisa nocturna se tornaba inusualmente persistente, temerosos de lo que esas voces en el aire pudieran significar.
Nudo: La sombra en la penumbra
Una noche de luna llena, la joven Sara caminaba por el camino solitario que bordeaba el bosque. El viento comenzó a soplar con intensidad, haciendo que las ramas crujieran y las hojas danzaran en el aire. De repente, entre el susurro del viento, Sara distinguió un murmullo inquietante que parecía llamarla por su nombre. Aterrorizada, aceleró el paso intentando llegar a su casa lo antes posible.
Sin embargo, las voces en el viento la seguían, como si una sombra invisible la persiguiera entre los árboles. El miedo se apoderaba de su corazón mientras su respiración se entrecortaba y el frío de la noche calaba en sus huesos. Se detuvo un instante para tomar aliento, y en ese momento, escuchó claramente una voz siseante que le heló la sangre en las venas.
Desenlace: El eco en la eternidad
Sara finalmente llegó a su hogar, con el corazón palpitando desbocado y el terror grabado en cada fibra de su ser. Cerró la puerta con llave y se refugió en su habitación, tratando de alejar de su mente las voces fantasmales que la habían perseguido. Sin embargo, una sensación de inquietud persistía en el aire, como si el viento hubiera dejado una marca imborrable en su alma.
Con el amanecer, el viento cesó y las voces desaparecieron, pero Sara sabía que algo había cambiado en ella para siempre. Se preguntaba si las voces en el viento eran reales o simplemente producto de su imaginación alterada por el miedo. Quizás nunca lo sabría con certeza, pero una cosa era segura: el susurro del viento había despertado una sombra en su interior que nunca podría olvidar.
Y así, en las noches de viento, el eco de aquellas voces perdidas seguía resonando en la eternidad, recordándole a Sara que en lo más profundo de la oscuridad, siempre habría una verdad oculta esperando ser descubierta.
Este relato, inspirado en el misterioso título «El viento que lleva voces», nos sumerge en un mundo donde lo sobrenatural y lo cotidiano se entrelazan en un baile macabro, dejando al lector con la inquietante sensación de que tal vez, detrás del velo de lo conocido, acechan fuerzas más allá de nuestra comprensión.