La Casa Que Nunca Existió

# Introducción: El Enigma de la Casa Desaparecida

En una pequeña ciudad perdida entre las sombras de un bosque frondoso, se alzaba una casa que jamás aparecía en los mapas ni en la memoria de sus habitantes. La Casa que Nunca Existió, como era conocida por los lugareños, era un misterio envuelto en secretos y oscuridad. La gente evitaba pasar cerca de ella, temiendo despertar algo que preferirían mantener dormido para siempre.

# Nudo: La Puerta a lo Desconocido

Una noche de luna llena, un grupo de jóvenes curiosos decidió desafiar el tabú y adentrarse en los terrenos de la Casa que Nunca Existió. Armados solo con linternas y valentía falsa, cruzaron el umbral invisible que separaba la realidad de lo desconocido. A medida que avanzaban por los pasillos desiertos y polvorientos, algo se agitaba en el aire, como si un susurro ancestral les advirtiera de un peligro inminente.

# Desenlace: El Misterio sin Respuesta

Al llegar al corazón de la casa, descubrieron una habitación sellada con cadenas oxidadas y cerraduras antiguas. Intrigados por lo que pudiera esconderse tras esas barreras, decidieron forzar la entrada, ignorando las advertencias mudas del lugar. Al abrir la puerta, una luz cegadora los envolvió, y en un instante, la habitación desapareció, dejando solo un vacío oscuro y gélido a su paso.

Los jóvenes nunca regresaron de la Casa que Nunca Existió, pero se dice que en noches de niebla espesa, sus risas y susurros se escuchan entre las paredes invisibles, recordándonos que hay secretos que nunca deberíamos intentar desvelar.

En esta oscura historia, la Casa que Nunca Existió sigue en pie, esperando a aquellos lo suficientemente valientes o imprudentes como para desafiar su poder oculto. ¿Te atreverías a buscarla, querido lector, o preferirías dejarla en la neblina de lo desconocido? La elección es tuya, aunque ten cuidado con lo que encuentres en el camino, podría ser tu último suspiro en la bruma de la eternidad.

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