# Introducción: El Susurro de las Sombras
En un pequeño pueblo rodeado de densos bosques, se contaba una leyenda sobre una antigua melodía que resonaba en las noches de luna llena. Era conocida como «La Melodía que nunca termina», y se decía que quien la escuchara sería presa de una maldición eterna. Los lugareños evitaban hablar de ella en voz alta, temerosos de atraer la atención de lo desconocido.
# Nudo: El Encuentro en la Oscuridad
Una joven llamada Sofía, curiosa por naturaleza, había oído hablar de la leyenda y se sentía atraída por el misterio que la rodeaba. Una noche, mientras paseaba por el bosque iluminado por la plateada luz de la luna, escuchó un suave susurro que parecía emanar de las sombras. Intrigada, siguió el sonido hasta llegar a una pequeña cabaña oculta entre los árboles.
Al acercarse, pudo distinguir una figura encapuchada que tocaba una melodía hipnótica en un viejo violín. La música era hermosa y perturbadora a la vez, como si hablara directamente a su alma. Sin poder resistirse, Sofía se acercó lentamente, cautivada por la melodía que parecía envolverla en un abrazo invisible.
# Desenlace: El Pacto con lo Desconocido
La figura encapuchada se dio la vuelta lentamente, revelando unos ojos tan oscuros como la misma noche. Sofía sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero algo en esa mirada la hipnotizó y la atrajo aún más hacia el misterioso músico. Sin decir una palabra, este extendió una mano huesuda y esquelética hacia ella, invitándola a unirse a su danza macabra.
Sin pensarlo dos veces, Sofía tomó la mano fría del músico y comenzó a bailar al compás de la inquietante melodía. La música se intensificaba, envolviéndolos en una espiral de oscuridad y desesperación. Sofía cerró los ojos y se dejó llevar, sintiendo cómo su ser se fundía con la melodía que nunca termina.
Y así, en medio de la noche eterna, la joven desapareció junto al misterioso músico, dejando tras de sí solo el eco de su risa malévola y la melodía que resonaba en los bosques para siempre jamás.
Algunos dicen que Sofía se convirtió en una sombra más en el bosque, condenada a tocar la melodía eterna para aquellos que se aventuraran a adentrarse en lo desconocido. Otros afirman que logró escapar de su destino, llevando consigo el susurro de las sombras en lo más profundo de su ser. Pero la verdad sigue siendo un misterio, y la melodía que nunca termina continúa envolviendo a quienes se atreven a escucharla en las noches de luna llena.