Introducción: La llegada a la casa abandonada
El rumor de la casa abandonada en las afueras del pueblo siempre había sido motivo de conversación entre los lugareños. Se decía que aquel lugar estaba maldito, que una presencia maligna rondaba sus pasillos y que quien se atreviera a entrar no volvería a ser el mismo. Nadie sabía a ciencia cierta qué era lo que habitaba en su interior, pero todos evitaban acercarse a ella, temerosos de despertar a la oscuridad que moraba en su interior.
Un grupo de jóvenes valientes decidió desafiar la leyenda y explorar la casa en una noche de luna llena. Aunque algunos lo hicieron por pura curiosidad, otros lo hicieron como un reto para probar su valentía. Sin embargo, ninguno de ellos estaba preparado para lo que encontrarían dentro de aquel lugar olvidado por el tiempo.
Nudo: La aparición de la silueta en la puerta
La casa se alzaba imponente ante ellos, con sus ventanas rotas y sus paredes cubiertas de hiedra. A medida que se adentraban en su interior, una sensación de malestar comenzó a invadir sus cuerpos, como si el aire estuviera impregnado de un aura siniestra que les oprimía el pecho. El silencio reinaba en aquel lugar, solo interrumpido por el eco de sus propios pasos mientras recorrían los pasillos polvorientos.
Fue entonces cuando lo vieron. Una sombra oscura se dibujaba en la puerta al final del pasillo, una silueta indistinta que parecía observarles con malévola intención. Los jóvenes se detuvieron en seco, paralizados por el terror que les invadía al ver aquella presencia amenazante. Ninguno se atrevía a moverse, temerosos de lo que pudiera suceder si se acercaban más.
Desenlace: El misterio sin resolver
La silueta en la puerta permanecía inmóvil, como esperando a que los intrusos dieran un paso en falso para actuar. Los jóvenes, petrificados por el miedo, no sabían qué hacer. Algunos querían huir de aquel lugar maldito, mientras que otros sentían una extraña fascinación por la presencia que les observaba desde la oscuridad.
De repente, la silueta desapareció ante sus ojos, fundiéndose con las sombras de la casa abandonada. Los jóvenes, confundidos y aterrados, decidieron dar media vuelta y salir corriendo de allí, sin mirar atrás. Al llegar al exterior, se detuvieron a recuperar el aliento, tratando de asimilar lo que habían presenciado.
Desde entonces, la historia de la silueta en la puerta se convirtió en parte del folclore local, con muchos especulando sobre quién o qué podría ser aquella presencia misteriosa. Algunos creían que era el espíritu de un antiguo habitante de la casa, mientras que otros aseguraban que se trataba de algo mucho más oscuro y maligno.
El verdadero origen de la silueta en la puerta quedó sin resolver, alimentando el misterio y la intriga de todos aquellos que se aventuraban a escuchar la historia de la casa abandonada. Quizás algún día, alguien lograría descubrir la verdad detrás de aquella presencia fantasmal, o quizás seguiría siendo un enigma sin resolver para siempre.