La Sombra Bajo La Cama

Introducción: La oscuridad acecha

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha temido a la oscuridad. En las sombras más profundas de la noche se ocultan criaturas indescriptibles que esperan ansiosas su momento para acechar a los desprevenidos. Pero ¿qué sucede cuando esa oscuridad penetra en el lugar que debería ser nuestro refugio más seguro, nuestro propio hogar?

Nudo: El terror se despierta

Era una noche como cualquier otra en la pequeña casa de campo en las afueras de la ciudad. Laura, una joven estudiante de arte, se encontraba acostada en su cama, exhausta después de una larga jornada de pintura y estudio. El reloj marcaba las dos de la madrugada cuando un sonido sutil pero perturbador la sacó de su sueño.

Intrigada, Laura abrió lentamente los ojos y miró a su alrededor. La habitación estaba sumida en la penumbra, apenas iluminada por la débil luz de la luna que se filtraba por la ventana. Todo parecía normal, hasta que notó un movimiento fugaz bajo su cama. Un escalofrío recorrió su espalda al pensar que tal vez solo había sido producto de su imaginación.

Pero entonces, escuchó un susurro gutural y siniestro que parecía provenir de las sombras que se agolpaban debajo de su cama. El corazón de Laura empezó a latir con fuerza mientras una sensación de pánico se apoderaba de ella. ¿Qué criatura se ocultaba en la oscuridad, acechando desde ese rincón olvidado de su habitación?

Desenlace: El misterio persiste

Con el coraje tembloroso, Laura se armó de valor y se inclinó lentamente para asomarse debajo de la cama. Lo que vio la dejó sin aliento. Una sombra oscura y retorcida se agitaba en la oscuridad, como si tuviera vida propia. Los ojos de Laura se abrieron desmesuradamente al darse cuenta de que aquella sombra no respondía a ninguna forma conocida.

Temblando, Laura se apartó de un salto de la cama y retrocedió hasta chocar contra la pared. La sombra se alargó de repente, extendiéndose amenazante hasta casi alcanzarla. El terror se apoderó de ella, paralizándola por completo. En un acto desesperado, Laura encendió la luz de la habitación y la sombra desapareció en un instante, dejando tras de sí solo un rastro de frío y malignidad.

Aterrorizada, Laura no pudo conciliar el sueño el resto de la noche. Al día siguiente, revisó cada rincón de su habitación en busca de alguna explicación lógica, pero nada pudo encontrar que le diera sentido a lo ocurrido. La sombra bajo la cama seguía siendo un enigma sin resolver, una presencia ominosa que la atormentaría en las noches venideras.

¿Qué oscuro secreto se esconde detrás de esa sombra misteriosa? ¿Acaso es solo producto de la mente perturbada de Laura, o realmente hay algo siniestro aguardando en la oscuridad? El misterio persiste, dejando a todos aquellos que se atrevan a adentrarse en la historia de «La sombra bajo la cama» con una sensación de inquietud que perdurará mucho tiempo después de haber cerrado el relato.

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