La Voz Que Te Llama Por Tu Nombre

Introducción: La voz que te llama por tu nombre

En lo más profundo del bosque, donde la oscuridad envolvía cada rincón y el silencio se volvía más denso con cada paso, se encontraba un viejo caserón abandonado. En aquella casa, se contaba que habitaba una presencia maligna, una entidad que susurraba en las sombras y llamaba a los incautos por su nombre en medio de la noche.

Los lugareños evitaban pasar cerca de aquel lugar, temerosos de despertar a la voz que les susurraba al oído, como si conociera sus secretos más oscuros y los usara para atormentar sus sueños. Pero un grupo de jóvenes, desafiando las advertencias y la lógica, decidió investigar la veracidad de aquellas leyendas urbanas.

Nudo: El eco de la obsesión

Al caer la noche, los valientes exploradores se adentraron en el bosque, con linternas temblorosas iluminando su camino incierto. El crujir de las ramas bajo sus pies resonaba en el aire cargado de tensión, mientras el vaho de sus alientos se elevaba como fantasmas en la gélida noche.

Finalmente, llegaron al caserón, una estructura decrépita y cubierta de maleza que parecía observarles con malicia desde su posición inclinada. Al entrar, el silencio era absoluto, solo roto por el eco de sus propios pasos y el crepitar de madera podrida.

Fue entonces cuando comenzaron a escucharla: una voz suave, apenas un susurro en la penumbra, llamándoles por sus nombres con una familiaridad inquietante. Cada uno de los jóvenes sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero ninguno se atrevió a admitirlo en voz alta.

La voz parecía seguirles a través de las habitaciones polvorientas, como un eco persistente de una presencia invisible y ominosa. Los minutos se convirtieron en horas, y la obsesión por descubrir el origen de aquella llamada se apoderó de sus mentes, nublando su juicio y llevándoles cada vez más profundo en la oscuridad.

Desenlace: El silencio después de la tormenta

Con el paso de las horas, la ansiedad se transformó en paranoia, y los jóvenes se miraban entre sí con recelo, temiendo que alguno de ellos fuera el responsable de aquella broma de mal gusto. Pero la voz siguió llamándoles, más insistente y persuasiva, como si quisiera arrastrarlos a un abismo de locura y desesperación.

Finalmente, uno de los jóvenes cedió a la tentación y siguió la voz hasta el último rincón del caserón, desapareciendo en las sombras sin dejar rastro. Sus amigos, aterrados y confundidos, intentaron encontrar alguna explicación lógica para lo ocurrido, pero la certeza de que algo oscuro y siniestro habitaba en aquel lugar les persiguió hasta el final de sus días.

Desde entonces, la voz que llama por el nombre sigue resonando en el viejo caserón, atrayendo a los curiosos y a los valientes hacia su perdición. Algunos dicen que es el espíritu de aquel joven que se perdió en la oscuridad, buscando redención o venganza. Otros prefieren no pronunciar su nombre en voz alta, por temor a despertar a la entidad que aguarda pacientemente en las sombras.

Así, la leyenda del caserón abandonado y la voz que llama por tu nombre perdura en el tiempo, recordándonos que en la oscuridad más profunda yace un misterio que desafía nuestra comprensión y nos invita a explorar los límites de nuestra cordura. ¿Te atreverías a adentrarte en aquel lugar prohibido y escuchar el susurro de tu nombre en la noche eterna?

Deja un comentario