# Introducción: La advertencia
En una pequeña casa en las afueras de un oscuro bosque, la familia Martínez vivía tranquilamente. Arturo, el padre, era un hombre rudo pero amoroso; Julia, la madre, era dulce y dedicada a su hogar; y Lucía, la hija única, era una joven curiosa y valiente. Sin embargo, algo comenzó a perturbar la paz de aquella familia. Un día, mientras exploraba el desván en busca de viejas fotos, Lucía encontró una caja de madera escondida detrás de unas viejas mantas. Al abrirla, descubrió un antiguo pergamino con una advertencia escrita en letras temblorosas: «No abras el armario en la habitación de tus padres. Algo te observa».
# Nudo: La sombra en la oscuridad
Intrigada por el misterioso mensaje, Lucía no pudo resistir la tentación de investigar. Aquella misma noche, cuando todos en la casa dormían, se dirigió sigilosa hacia la habitación de sus padres. El armario, imponente y silencioso, parecía llamarla con una fuerza siniestra. Con manos temblorosas, abrió lentamente las puertas y un escalofrío recorrió su espina dorsal. En la oscuridad del armario, una sombra se movió fugazmente, como si alguien o algo estuviera observándola fijamente. El corazón de Lucía latía con fuerza mientras intentaba discernir qué era aquello que la acechaba en la penumbra.
# Desenlace: El pacto silencioso
Aterrada pero decidida a descubrir la verdad, Lucía enfrentó la sombra en el armario. Con voz entrecortada, preguntó quién era y qué deseaba. Para su sorpresa, la sombra no pronunció palabra alguna, pero en su mente resonó una voz susurrante que le reveló un antiguo pacto. Aquella presencia en el armario había sido invocada por generaciones de la familia Martínez como protectora de secretos inconfesables. A cambio de su silencio eterno, la sombra exigía ser alimentada con las emociones más intensas de cada miembro de la familia. Lucía comprendió entonces que había despertado a un ser antiguo y poderoso, dispuesto a velar por el oscuro legado de los Martínez.
El amanecer llegó con sus tibios rayos de luz, iluminando la habitación de los padres de Lucía. El armario y la sombra en su interior habían desaparecido, dejando tras de sí solo un eco de misterio y desasosiego. La familia Martínez nunca volvió a hablar del incidente, pero cada noche, en la quietud de la casa, podían sentir la presencia invisible de aquel ser que los vigilaba en silencio. Y así, los ojos en el armario se convirtieron en testigos mudos de los secretos más oscuros y profundos de la familia.
El destino de los Martínez quedó sellado en un pacto silencioso con la sombra en el armario, una entidad ancestral que velaba por la integridad de su legado a cambio de una oscura complicidad. Y aunque la paz aparente reinaba en aquella casa, la sombra en el armario seguía aguardando en las sombras, siempre atenta, siempre observando. ¿Qué otros secretos insondables guardaría en su silenciosa morada? Solo aquellos valientes o insensatos que se atrevieran a abrir las puertas del armario podrían descubrirlo, pero a qué costo y con qué consecuencias, solo el tiempo lo diría.
Así concluye la historia de los ojos en el armario, un relato de terror y misterio que sigue acechando en la penumbra de la noche, esperando a aquellos que osen desafiar su secreto eterno.