El Callejón De Los Gritos

Introducción: El callejón de los gritos

En la ciudad de Ravenwood, un lugar donde la neblina eterna parecía envolverlo todo en un manto de misterio, se encontraba un callejón que nadie se atrevía a cruzar. Conocido como «El callejón de los gritos», este oscuro y angosto pasaje había sido testigo de horrores inenarrables a lo largo de los años. Las leyendas decían que aquellos valientes o imprudentes que se aventuraban por sus empedradas calles jamás volvían a ser vistos.

Nudo: La sombra en la oscuridad

Una noche de luna llena, Lila, una joven intrépida en busca de emociones fuertes, decidió desafiar las advertencias y adentrarse en el temido callejón. Con cada paso que daba, el ambiente se volvía más denso, más opresivo, como si las sombras mismas la observaran con malicia. De repente, un grito desgarrador resonó en la penumbra, helando la sangre en las venas de Lila. Su corazón latía desbocado, pero su curiosidad era más fuerte.

A medida que avanzaba, los susurros sibilinos se intensificaban, susurrando palabras incomprensibles que se colaban en su mente como agujas afiladas. La joven sentía que algo la seguía, una presencia invisible pero palpable, que la empujaba hacia adelante con una fuerza sobrenatural. Los muros del callejón parecían cerrarse sobre ella, aprisionándola en un laberinto de terrores insondables.

Desenlace: La verdad oculta

Finalmente, Lila llegó al final del callejón, donde una figura encapuchada la aguardaba en silencio. Sus ojos brillaban con una luz sobrenatural, revelando una sabiduría antigua y prohibida. Sin mediar palabra, extendió una mano huesuda hacia la joven, ofreciéndole un pergamino sellado con cera negra.

Intrigada, Lila abrió el pergamino y leyó las palabras inscritas en él con creciente horror. Eran profecías macabras, visiones de un futuro oscuro y sangriento que no podía ser ignorado. El tiempo se detuvo en el callejón de los gritos, mientras la joven comprendía la verdadera naturaleza de su destino.

Cuando finalmente emergió del callejón, el amanecer teñía el cielo de un rojo siniestro, como si el mundo entero hubiera sido testigo de la oscuridad que albergaba en su interior. Lila había cruzado el umbral entre la realidad y la pesadilla, y ya no podría volver atrás.

El misterio del callejón de los gritos perduraría en la memoria de aquellos que se atrevieran a recordarlo, susurrando secretos antiguos y terrores olvidados en las sombras de la noche. Y mientras la ciudad de Ravenwood seguía su curso habitual, en lo más profundo de su corazón oscuro, el callejón aguardaba a nuevos intrépidos que se atrevieran a desafiar su poder.

El callejón de los gritos había cobrado una nueva víctima aquella noche, pero su historia estaba lejos de llegar a su fin.

Deja un comentario