Introducción: El susurro en la oscuridad
El crujido en el suelo resonaba con una intensidad perturbadora en aquella casa abandonada. Los viejos tablones de madera parecían quejarse bajo el peso de los años, como si estuvieran cargando con el peso de un oscuro secreto que se negaba a ser olvidado. La luna llena apenas iluminaba la estancia, arrojando sombras retorcidas que daban forma a figuras ominosas en las paredes desconchadas.
El joven Alex había escuchado rumores sobre la mansión encantada que se alzaba en las afueras del pueblo, pero su curiosidad insaciable le había llevado a adentrarse en sus muros decrépitos en busca de respuestas. A medida que avanzaba por los pasillos polvorientos, podía sentir cómo el ambiente se enrarecía, como si estuviera siendo observado por ojos invisibles que lo acechaban desde las sombras.
Nudo: La sombra en la escalera
Al llegar al segundo piso, un escalofrío recorrió la espalda de Alex al percibir una presencia siniestra a su alrededor. El crujido en el suelo parecía seguirlo a cada paso, como si algo o alguien lo estuviera persiguiendo en la penumbra. De repente, una figura borrosa se materializó en la parte superior de la escalera, emitiendo un susurro lúgubre que heló la sangre del joven explorador.
La sombra se deslizaba lentamente hacia él, moviéndose con una gracia sobrenatural que desafiaba toda lógica. Alex retrocedió instintivamente, pero sus pies parecían estar clavados al suelo, incapaces de huir de aquella aparición terrorífica que lo acorralaba sin piedad. El crujido en el suelo se intensificaba a cada instante, marcando el avance inexorable de la entidad que lo acechaba.
Desenlace: El eco en la noche
En un acto de desesperación, Alex cerró los ojos y esperó lo peor, resignado a su destino incierto en aquella morada maldita. Sin embargo, en lugar de sentir el frío abrazo de la sombra, solo escuchó un eco distante que se desvanecía en la noche. Al abrir los ojos, se encontró solo en el silencio sepulcral de la mansión abandonada, con el crujido en el suelo como único testigo de su encuentro sobrenatural.
Intrigado y perturbado, Alex decidió abandonar aquel lugar encantado y regresar a la seguridad de su hogar. Mientras caminaba por el sendero polvoriento que lo alejaba de la casa de los horrores, una última mirada hacia atrás le hizo dudar de si lo que había vivido era real o solo producto de su imaginación atormentada.
El crujido en el suelo seguía resonando en su mente, recordándole que en lo más profundo de la oscuridad siempre aguarda algo más allá de nuestra comprensión. Y así, la leyenda de la mansión encantada con su crujido en el suelo se convirtió en parte del folclore del pueblo, alimentando el misterio y el temor de quienes se aventuraban a cruzar sus puertas olvidadas.
El eco de aquel encuentro perduraría en la memoria de Alex para siempre, recordándole que en los rincones más oscuros de la realidad acechan sombras que desafían la razón, esperando ser descubiertas por valientes como él que osan enfrentarse a lo desconocido.
*Fin.*