El Cuervo Que Nunca Se Va

# Introducción: El oscuro presagio

En un pequeño pueblo enclavado entre montañas y bosques frondosos, se contaba una leyenda sobre un cuervo que habitaba en los alrededores. Este cuervo, de plumaje negro como la noche y ojos tan profundos como el abismo, era conocido por traer consigo desdichas a aquellos que osaban cruzar su camino. Se decía que su graznido resonaba como un presagio de muerte, y que aquellos que lo escuchaban quedaban marcados para siempre por su siniestra influencia.

# Nudo: La sombra del cuervo

Una joven llamada Elena había llegado recientemente al pueblo en busca de paz y tranquilidad, buscando escapar de un pasado turbulento. Sin embargo, desde su llegada, empezó a notar la presencia del cuervo en cada esquina, observándola con sus ojos penetrantes. Cada vez que salía a pasear por el bosque cercano, sentía su mirada fija en ella, como si la estuviera acechando.

Las noches se volvieron más inquietantes para Elena, pues el graznido del cuervo resonaba en su mente, llenándola de temor y paranoia. Comenzó a tener pesadillas en las que era perseguida por la sombra del ave, sintiendo su aliento gélido en su nuca y su graznido retumbando en sus oídos. Con el paso de los días, su cordura comenzó a flaquear y su vida se vio envuelta en una espiral de miedo y desesperación.

# Desenlace: El pacto de la oscuridad

Una noche, incapaz de soportar más la presión del cuervo, Elena decidió enfrentarse a él. Se adentró en el bosque, siguiendo el sonido de su graznido hasta llegar a un claro en medio de la maleza. Allí, bajo la luz pálida de la luna, se encontró cara a cara con el cuervo, cuyos ojos brillaban con malévola inteligencia.

El cuervo le habló con una voz susurrante y seductora, ofreciéndole un trato que cambiaría su destino para siempre. A cambio de su alma, el cuervo le prometió liberarla de sus miedos y otorgarle el poder de la oscuridad. Sin dudarlo, Elena aceptó el pacto, sellando su destino con sangre y sombras.

Desde ese día, el cuervo y Elena vagan juntos por el mundo, sembrando el terror allá donde van. Su sombra se alarga sobre el pueblo, cubriéndolo en un manto de misterio y oscuridad. Y aunque muchos intentaron deshacerse del cuervo que nunca se va, su presencia perdura en los corazones de aquellos que conocen la verdadera naturaleza del mal.

Así concluye la historia del cuervo que nunca se va, una leyenda que perdurará en la memoria de aquellos que se atrevan a recordarla. Y tú, querido lector, ¿te atreves a desafiar a la oscuridad y descubrir la verdad detrás de las sombras?

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