# Introducción: La leyenda del faro maldito
En la costa rocosa de un pequeño pueblo pesquero yace un faro que, por décadas, ha sido testigo de horrores inimaginables. Los lugareños lo conocen como «El faro de las almas perdidas», un nombre que susurran con temor y superstición. Se dice que las noches en las que la niebla cubre el mar, las almas en pena de los marineros fallecidos en naufragios pasados vagan alrededor de su luz fantasmal, buscando redención.
# Nudo: El oscuro secreto del faro
Marina, una joven periodista fascinada por lo oculto, llega al pueblo atraída por las historias que rodean al misterioso faro. Decidida a descubrir la verdad detrás de las leyendas, se adentra en sus sombríos pasillos de piedra, iluminados solo por la débil luz de su linterna. A medida que avanza, un escalofrío recorre su espalda, como si miles de ojos invisibles la observaran desde las sombras.
Cada paso que da parece llevarla más cerca de un oscuro secreto enterrado en lo más profundo del faro. Voces susurrantes danzan en el viento, susurros de tragedias olvidadas y promesas rotas. Marina siente que algo antiguo y malévolo la acecha en la oscuridad, alimentándose de su miedo y curiosidad.
# Desenlace: La elección de las almas
Finalmente, Marina llega al corazón del faro, donde una antigua lámpara parpadea con una luz enfermiza. En el centro de la habitación, encuentra una figura encapuchada, cuyos ojos brillan con un fuego sobrenatural. Con voz ronca y sepulcral, la figura revela la verdadera naturaleza del faro: un lugar de paso entre el mundo de los vivos y el de los muertos, donde las almas perdidas deben enfrentar una elección trascendental.
Las almas que vagan por allí no están condenadas, sino atrapadas en una eterna encrucijada. Pueden seguir vagando en la penumbra, alimentando la oscuridad con su sufrimiento, o pueden encontrar la paz atravesando la luz del faro. Marina se da cuenta de que también debe hacer su elección: aceptar la verdad y enfrentar sus propios demonios o sucumbir al abismo de la incertidumbre.
Con el corazón latiendo con fuerza, Marina toma una decisión valiente y desafiante. Se adentra en la luz brillante del faro, sintiendo como el calor la envuelve y disipa las sombras a su alrededor. Cuando sus ojos se acostumbran a la claridad, ve a las almas perdidas flotando en torno a ella, liberadas finalmente de su tormento.
El faro de las almas perdidas se sumerge en un silencio solemne, y Marina comprende que su misión ha llegado a su fin. Mientras sale del faro, una brisa fresca y purificadora acaricia su rostro, llevando consigo un susurro de gratitud y paz. A lo lejos, el sol comienza a elevarse sobre el horizonte, iluminando el mar con una luz dorada y serena.
Los habitantes del pueblo pesquero pronto descubren que el faro de las almas perdidas ha dejado de ser un lugar de miedo y tragedia. Ahora es un faro de esperanza y redención, donde las almas perdidas encuentran su camino hacia la paz eterna. Y Marina, la valiente periodista que desafió lo desconocido, se convierte en parte de la leyenda del faro, recordada por siempre como aquella que eligió la luz en lugar de la oscuridad.