Introducción: La llamada del abismo
En una noche oscura y tormentosa, Clara se encontraba sola en su apartamento. El viento aullaba con furia afuera, sacudiendo las ventanas y creando sombras inquietantes en las paredes. Una sensación de temor se apoderaba de ella, como si algo acechase desde las sombras, observándola en silencio. De repente, sonó el teléfono. Clara se sobresaltó, no esperaba recibir ninguna llamada a esas horas de la madrugada.
Con manos temblorosas, levantó el auricular y contestó. Solo escuchaba estática al otro lado de la línea, un sonido perturbador que parecía provenir de algún lugar lejano, del vacío mismo. Intentó preguntar quién era, pero no recibió respuesta. La estática se intensificaba, envolviéndola en un mar de ruidos indescifrables.
Nudo: El eco de la angustia
El corazón de Clara latía con fuerza mientras la estática del teléfono la envolvía en una espiral de terror. De repente, entre los murmullos distorsionados, logró distinguir una voz susurrante, casi inaudible. «¿Quién eres?» preguntó con voz entrecortada, pero la respuesta fue solo un eco distorsionado que reverberaba en su mente.
Una sensación de desesperación la invadió, como si estuviera atrapada en una pesadilla de la cual no podía despertar. La voz en el otro extremo de la línea parecía conocerla, susurrando fragmentos de recuerdos olvidados y secretos ocultos. Clara sintió un frío penetrante recorrer su espalda, como si algo antiguo y maligno se estuviera acercando desde las profundidades del vacío.
Las sombras en la habitación parecían cobrar vida, retorciéndose y contorsionándose de formas grotescas. La estática del teléfono se transformó en un grito desgarrador que perforaba sus oídos, haciéndola sollozar de puro terror. Sin saber cómo, Clara se vio arrastrada hacia la oscuridad, como si la llamada desde el vacío la estuviera conduciendo hacia un destino desconocido y aterrador.
Desenlace: El susurro eterno
Cuando finalmente la llamada terminó, Clara yacía en el suelo, temblando y sudorosa. Miró a su alrededor, buscando alguna señal de lo que acababa de experimentar, pero todo parecía volver a la normalidad. El teléfono descansaba en su mano, pero ya no emitía ningún sonido, solo estaba en silencio.
La noche había perdido su ferocidad, la tormenta se alejaba en la distancia y la tranquilidad retornaba al apartamento. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, Clara sabía que algo había cambiado para siempre. Aquella llamada desde el vacío había despertado algo oscuro en su interior, algo que ahora la seguía como una sombra fiel.
A partir de esa noche, Clara empezó a escuchar susurros en las horas más oscuras, voces que parecían provenir de un abismo sin fin. Aunque trató de ignorarlas, sabía que la llamada desde el vacío la había marcado de manera irrevocable. Nunca más volvería a ser la misma, nunca más podría escapar de la presencia inquietante que la acechaba desde las sombras.
Y así, en el silencio de la noche, Clara se sumergió en un mundo de misterios y pesadillas, donde la llamada desde el vacío resonaba eternamente en su mente, recordándole que hay secretos que nunca deberían ser revelados, y que en lo más profundo de la oscuridad, aguardan horrores indescriptibles.
*Fin.*
El eco de la llamada desde el vacío se desvaneció en el aire, dejando a Clara sola en su apartamento, enfrentando su destino con valentía y temor. ¿Qué ocultaba aquella voz susurrante y aquel vacío insondable? Solo ella podría descubrirlo, aunque el precio fuera adentrarse en las sombras más profundas de su propia alma. ¿Estaba preparada para lo que aguardaba en la oscuridad? Solo el tiempo lo diría.