La Bruja De La Colina

# Título: La bruja de la colina

Había una vez un pequeño pueblo en lo profundo de las montañas, rodeado de densos bosques y poblado por personas sencillas que vivían de la tierra y las antiguas tradiciones. Entre las altas cumbres se alzaba una colina solitaria, envuelta en misterio y temor por los lugareños, quienes decían que en lo más alto habitaba una entidad malévola conocida como «La bruja de la colina».

# Introducción: El susurro de las sombras

Cuentan los ancianos del pueblo que la bruja era una mujer solitaria que había vendido su alma al diablo a cambio de poderes oscuros y eterna juventud. Su presencia se manifestaba en la oscuridad de la noche, cuando su risa siniestra resonaba entre los valles y su sombra se alargaba sobre los campos de cultivo. Se decía que aquellos que se aventuraban cerca de la colina podían escuchar el susurro de las sombras, advirtiendo de su presencia acechante.

Una noche, un joven valiente llamado Andrés, desafiando las advertencias de los lugareños, decidió subir hasta la cima de la colina para desentrañar el misterio que envolvía a la bruja. Con una antorcha en la mano y el corazón palpitante, se adentró en el espeso bosque que rodeaba la base de la colina, donde las sombras parecían cobrar vida propia.

# Nudo: La danza de la oscuridad

A medida que ascendía por el empinado sendero, el aire se hacía más denso y frío, como si la misma naturaleza rechazara su intrusión en aquel lugar prohibido. Andrés sentía una presencia invisible a su alrededor, observándolo desde las sombras, y el susurro inquietante que llenaba sus oídos lo hacía dudar de su cordura.

Finalmente, llegó al claro en la cima de la colina, donde una figura oscura y encapuchada lo esperaba en silencio. La bruja, con sus ojos brillando en la oscuridad, extendió una mano arrugada hacia él, invitándolo a unirse a su danza macabra. Sin poder resistirse, Andrés se vio arrastrado por una fuerza sobrenatural, moviéndose al ritmo de una melodía infernal que resonaba en lo más profundo de su ser.

# Desenlace: La elección final

Horas después, al amanecer, los lugareños encontraron el cuerpo sin vida de Andrés en la cima de la colina, con una expresión de terror grabada en su rostro. Algunos decían que había sucumbido a los encantos de la bruja, mientras que otros afirmaban que había desafiado a las fuerzas oscuras y pagado el precio con su vida.

Desde entonces, la colina fue evitada por todos, y la leyenda de la bruja se convirtió en parte del folclore del pueblo, recordando a todos que en lo más profundo de las sombras acechaba el mal en su forma más pura. Algunos aseguraban que la bruja seguía vigilando desde lo alto, esperando a aquellos que se atrevieran a desafiarla.

Así, la historia de «La bruja de la colina» perduró en el tiempo, alimentando el miedo y la fascinación de generaciones posteriores, que se preguntaban si la oscuridad que habitaba en lo más profundo de la colina era simplemente una leyenda… o una verdad que aguardaba pacientemente su momento para volver a emerger en todo su esplendor maligno.

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