La Casa Sin Puertas

# Introducción: El susurro de lo desconocido

La casa sin puertas se alzaba en la colina más alta del pueblo, rodeada por un oscuro bosque que parecía devorar la luz del sol. Los lugareños evitaban pasar cerca de ella, susurros de historias macabras acompañaban a aquel lugar maldito. Se decía que una familia había habitado la casa hace décadas, pero un oscuro secreto los había consumido hasta desaparecer. Nadie se atrevía a entrar, temiendo lo que acechaba tras sus muros sin puertas.

# Nudo: La sombra en el pasillo

Una fría noche de otoño, tres amigos decidieron desafiar las leyendas y adentrarse en la casa sin puertas. Ignorando las advertencias, cruzaron el umbral invisible y se sumergieron en la oscuridad. Al principio, todo parecía tranquilo; sin embargo, pronto los pasillos comenzaron a retumbar con susurros inquietantes. Una sombra se deslizaba por las paredes, observándolos con ojos invisibles.

Cada habitación era un eco de su pasado, muebles polvorientos y retratos que parecían seguirlos con la mirada. Un escalofrío recorría sus cuerpos mientras avanzaban hacia lo desconocido. Encontraron una escalera oculta que los llevó a un sótano lúgubre, donde descubrieron un antiguo libro encuadernado en cuero negro. Sus páginas emanaban un aura siniestra, escritas con letras antiguas que prometían revelar los secretos de la casa.

El tiempo parecía detenerse en aquel lugar maldito, sucesos inexplicables los acechaban en cada rincón. Voces susurrantes les advertían de un peligro inminente, mientras sombras danzaban en las paredes como espectros de un pasado atormentado.

# Desenlace: La puerta a lo desconocido

Al final del pasillo, una puerta sellada con símbolos arcanos aguardaba en silencio. Los amigos intercambiaron miradas nerviosas, sintiendo que algo oscuro les observaba desde el otro lado. Con manos temblorosas, giraron el pomo y la puerta se abrió lentamente, revelando una habitación iluminada por una luz mortecina.

En el centro de la habitación, yacía un espejo antiguo que reflejaba sus propias miradas distorsionadas. Al acercarse, vieron sus rostros deformados por una presencia maligna que los observaba con hambre. El libro en sus manos comenzó a temblar, sus páginas se abrieron por sí solas, revelando un conjuro olvidado.

En un instante, la habitación se llenó de un viento helado, las luces parpadearon y las sombras cobraron vida, envolviéndolos en un torbellino de terror. Los amigos suplicaron por auxilio, pero sus gritos se perdieron en el vacío de la casa sin puertas.

Y así, la noche cayó sobre la colina, la casa sin puertas se sumió en la oscuridad una vez más, guardando sus secretos entre sus muros de sombras. ¿Qué fue de aquellos amigos valientes? Nadie lo sabe con certeza, solo queda el eco de sus voces perdidas en el viento, recordando a todos que en lo desconocido yace el verdadero terror.

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