Introducción: La oscuridad acechante
La noche era cerrada y tormentosa cuando Laura, una joven estudiante de literatura, se encontraba sola en su apartamento ubicado en las afueras de la ciudad. El viento soplaba con fuerza, haciendo que las ramas de los árboles golpearan contra las ventanas, creando un ambiente inquietante y lleno de misterio. De repente, el teléfono sonó, rompiendo el silencio que reinaba en la habitación. Laura se estremeció al escuchar la voz al otro lado de la línea, una voz susurrante y desconocida que pronunciaba su nombre una y otra vez. Sin decir una palabra, colgó el teléfono, con un nudo en el estómago y un presentimiento de que algo malo estaba por ocurrir.
Nudo: La llamada en la tormenta
Pasaron unos minutos y el teléfono volvió a sonar. Laura, temerosa pero intrigada, decidió contestar. Esta vez, la voz al otro lado de la línea parecía más clara, más cercana. «Laura, necesito que salgas de la casa, algo está acechándote desde fuera», susurraba la voz. El corazón de Laura latía con fuerza, sin saber si aquellas palabras eran producto de su imaginación o si realmente había algo peligroso rondando su hogar.
Decidida a despejar sus dudas, Laura se armó de valor y salió al balcón. La lluvia caía con fuerza, empapando su cabello y su ropa. En ese momento, entre destellos de relámpagos, alcanzó a vislumbrar una figura oscura moviéndose entre los árboles del jardín. El miedo se apoderó de ella, pero antes de poder reaccionar, la figura desapareció en la oscuridad de la noche.
Desenlace: Entre sombras y susurros
Laura regresó a su apartamento, con el corazón palpitando desbocado. La llamada en la tormenta había despertado en ella una sensación de peligro inminente, como si estuviera siendo observada por algo sobrenatural y maligno. Durante esa noche, los susurros se hicieron más intensos, como si una presencia invisible la acechara desde las sombras.
Al día siguiente, al investigar sobre la historia de su edificio, Laura descubrió un antiguo suceso: décadas atrás, una joven había desaparecido misteriosamente en medio de una tormenta similar a la que ella vivió. La conexión entre aquel suceso y las llamadas en la tormenta la dejó sin aliento, preguntándose si acaso había despertado a alguna entidad maligna que ahora la perseguía.
El final de la historia queda abierto, dejando al lector con la incertidumbre de si Laura logró escapar de la oscuridad que la rodeaba o si cayó presa de la misteriosa entidad que la acechaba en la noche tormentosa. Tal vez, en alguna otra tormenta, se escuche una llamada similar, recordando a todos que en la oscuridad siempre aguarda algo más allá de nuestro entendimiento.
Con cada relato de terror, se despierta una semilla de miedo en lo más profundo de nuestra mente, recordándonos que en la oscuridad y el misterio yace un mundo desconocido que puede llegar a consumirnos si nos atrevemos a mirarlo de frente.